Para que el embarazo transcurra con normalidad es recomendable realizar una consulta previa. Esta se basa en la promoción de la salud, la evaluación del riesgo reproductivo y en las acciones emprendidas en función de los riesgos y enfermedades descubiertas. Se recomienda realizarla dentro del año que precede al comienzo del embarazo.
Evaluación del riesgo pregestacional: se lleva a cabo obteniendo información sobre los antecedentes médicos, personales, reproductivos, familiares, hábitos sociales y exposiciones ambientales. Es necesario realizar una exploración física clínica para identificar signos de enfermedad sistémica o ginecológica mediante una exploración general, toma de tensión arterial, peso, talla y exploración genital y mamaria.
Pruebas de laboratorio: (recomendadas a todas las pacientes) hemoglobina, hematocrito, grupo sanguíneo y Rh, glucemia, proteinuria, citología, pruebas serológicas.
Acciones educativas y promotoras de la salud:
- Consejo nutricional.
- Suplementación preconcepcional con folatos para prevenir defectos del tubo neural.
- Evitar consumo de alcohol, tabaco, drogas.
- Consejos sobre actividad física y laboral.
- Exposición a teratógenos farmacológicos y ambientales.
- Prácticas sexuales seguras.
- Planificación familiar.
- Apoyo psicológico.